viernes, 22 de mayo de 2009

Cucarachas

Personajes:
• Ella
• El
• Otro


Ella: Me arranco la piel, capa por capa. Aplasto cucarachas con medias de lana.
El: Mis rodillas se rompen: cucarachas (pausa). Olor a bebé. Ruido de bebé cucaracha.
Ella: Estamos contra la pared.
El: Escuchamos.
Ella: Estoy en las rajaduras de mi espejo.
El: Estás en la letrina de mis años.
Otro: De mis baños.
El: De mis años.
Otro: Bueh, por esta vez pasa.
El: Apenas soy entre el polvo.
Ella: Te ilumino siempre y sin embargo te vas. Te escribo lejos, arruga lombriz. Te quiero, pelo, en el espejo. Amarte y envolverte. Guardarte en mi manga. Con las llamas de mis dedos te encuentro, sinuoso, en mi cara. Te doblo y te pongo ahí, entre todos los polvos. En lo negro de mi olor.
Otro: Ahora... el la busca a ella. La busca, la busca y no la busca. ¿Está claro?
El: Te tengo, muñeca. Y no.
Otro: Y... no.
Ella: Escribo: “cucaracha”, “insecto”, “amor”. Larvas de tinta que sigo escondiendo (pausa). Te respiro en mi luz, de este lado. (pausa) Pero ¿así? ¿Así te despertaste?. Tan ... tan...
El: El rezo de la luna. (pausa) No digo tantas pocas palabras. Entonces... te desenvuelvo.
Ella: ¿Y así quedaste? Tan llano y pegado a esta otra piel. Me lavo con clavos la cabeza y me pongo tu ausencia (luto blanco para dejarte).
El: No se que tengo que hacer. Tu nuca partida en mi cuello… y no me pasa nada. ¡Oh, la primavera! ¡Chuparte el cerebro como antes! (pausa). El gato se metió entre sus piernas. Atrevido. Si pudiera mirar como ustedes. De acá hasta ella. Cuenta regresiva. Pasos cucarachas hacia la luz. Otra vez estas ganas tremendas de cagar. De cagarnos. Buenas noches culo de cabeza.
Ella: Entonces, te reemplazo por este recuerdo. Este recuerdo inmaculado.
El: ¿Donde los pongo?. ¿dónde siento todos los terrores?
Otro: En un banquito.
Ella: Sombra que maúlla mi alarido.
El: Camino sobre el agua. Vuelo tan alto. Escupo sangre y me mojo los pies (efectos de la altura) Pero vuelvo a caer. No estás en ningún horizonte y sin embargo respiro tu sangre, lejos de los pies, en tus palanganas vacías de sol. ¿Donde desmenuzar el corazón? Picarlo en trozos pequeños, espesos, para barnizar tu reflejo.
Ella: Te levantaste tan... tan... pegajoso hoy. En las rajaduras de mi espalda.
El: Lloro tu rostro, tu olor. Te llevo, descuartizada, en mi estómago. Sos lo único que tengo y te encierro para tenerte lejos, mientras me iluminás allá, afuera. Caigo muerto sin que te enteres. En tu espejo no aparecen las noticias.
Otro: Y… no.
El: ¿A quien le hablas si no soy yo? Vomito lágrimas mientras me quemás. Me seguís quemando.
Otro: Volvemos al espejo.
El Siempre estuve acá, en ningún espejo. Cuento otra vez los pasos hasta mi. Mido los metros en años sangre. De acá hasta ella.
Ella: Me quemo, mariposa, en el fuego. Para no escucharte.
Otro: ¿Y entonces?
Ella: Me ahorco de blanco para no verte.
El: Pero... ¿yo no era yo? ¿Yo no tenía caminos sólidos, de cemento?
Otro: Si. Tenías… tenías.
El: ¿Por qué hay solo bordes? No hay que caminar por los bordes. De acá hasta ella.
Otro: Hojas secas, cucarachas.
El: Tanto dolor por vos: palangana. Atrapapies. Trampa de hojas.
Ella: Rezo de la luna: La virgen me miente. Sudor… en manos que nunca lamí.

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